Ya que por lo regular seguimos teniendo ese patrón de estabilidad visual, llenando nuestros espacios con cuadros o fotografías para mostrar al mundo lo que nos gusta y nos hace sentir cómodos.
Pero lo que importa es que uno sea felíz con la decoración, ya que el tipo de decoración es demasiado subjetivo, si querer poner en una pared de forma vertical u horizontal la Ultima Cena de da Vinci o el primer cuadro que realiza un niño pequeño o un poster de Rock, el mensaje siempre será el mismo... ya soy el dueño de mi espacio.